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PARTICIPANTS

 

 


Selección de textos de los autores participantes, ordenada temáticamente por mesas redondas. Al cuidado de Eloy Fernández Porta.

       (POST)PORNO         POÉTICAS DE LA TECNOLOGÍA Y EL CONSUMO          BIZARRISMO, GONZO Y CASTICISMO

   LitDeLux: LETRA + MÚSICA                      EL HOMBRE QUE SUSURRABA A LOS CAMELLOS: LITERATURA Y DROGA

                       SUJETOS NÓMADAS                                                 NOVELA PINTADA Y ARTE ESCRITO             

 

(POST)PORNO

DE EL PLANETA DE LOS SWINGERS
Gabriela Wiener

Esta noche me dispongo a ser infiel con permiso de mi marido. La puerta del 6&9 es tan discreta que nos hemos pasado de largo dos veces. Llevo encima un abrigo para camuflar mi look temerario y tres tragos de cerveza. J lleva una barba de cuatro días, le veo tan guapo y tan mío que no puedo imaginar que en unos minutos se irá a la cama con alguien que no soy yo. Son las once de la noche de un jueves cualquiera en Barcelona. En el televisor, sobre la barra, se ve una película porno en la que un camionero la emprende contra una rubia quebradiza. ¿Es la primera vez? Sí. Vengan conmigo, nos repite las relaciones públicas (lúbricas) del lugar.
La noche promete ser intergenracional, multirracial y multiorgásmica. A diferencia de otros clubs que se llenan de adinerados sesentones cuesta abajo, el 6&9 es popular por su buena disposición para recibir jóvenes en la plenitud de sus apertitos. Además, tiene fama de "higiénico", un tema que yo había soslayado inicialmente por mi creencia de que el sexo es sucio sólo si se hace bien, pero que terminó siendo un punto a su favor.
[Gabriela Wiener, Sexografías (Melusina, Barcelona, 2008, pg. 147)]
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DE LA CEREMONIA DEL PORNO
Andrés Barba y Javier Montes

En tanto que mi excitación ante el acontecimiento pornográfico no se produzca, ese acontecimiento no es pornográfico, sino cómico, ridículo, inmoral, desagradable, o inocuo. Es muy habitual escuchar que la pornografía resulta "aburrida", "ridícula" o "inverosímil". La respuesta más apropiada sería hacer compender a quienes tal afirman que, sencillamente, lo que ha sucedido es que no han visto pornografía en absoluto, por mucho que creyeran verla. Y no la han visto, entre otras razones, porque como observadores han negado dos principios básicos para que el acontecimietno pornográfico se produzca: la conciencia prejudicativa de la revelación por un lado, y el compromiso de la excitación por otro. Otro tanto se podría decir, por ejemplo, del pornófobo consumidor habitual de pornografía. La conciencia prejudicativa del acontecimiento pornográfico se produce en este caso de una manera geminada. Hay tal seguridad de la maldad (moral, sexual, religiosa, etc.) del acontecimiento que el espectador se ve obligado a dividirse en dos: ser prejuiciado que está convencido de la bajeza de su acción, y ser delectante que se excita de forma efectiva. Mientras el primero juzga, el segundo se rinde. El primero enuncia una realidad que no queda abolida por el hecho de que esté efectivamente excitándose, ya que ese que se excita es en el fondo un-otro-que-yo, un ser distinto. Asiste y no asiste al acontecimiento. Lo vive por procuración pero no de los actores, sino de sí mismo, de otro-yo que se escapa al prejuicio de la maldad de lo que contempla y se instala en una pura fantasía, en una imagen falsa de sí mismo. "En cualquier caso", piensa el pornófobo que se excita contemplando pornografía, "no debo preocuparme porque mi excitación no es relevante, no es significativa". Yo soy otro que yo, y por tanto no debo tomar en serio las revelaciones que se produzcan en el marco de ese ser otro; el yo-real es el que niega la validez de este acontecimiento y lo juzga malo o inmoral."
[Andrés Barba y Javier Montes, La ceremonia del porno (Anagrama, Barcelona, 2007, pp. 44-45)]
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DE EL INVITADO DE LA NOCHE
Juan Francisco Ferré

Ha sido una idea magnífica la de casarlo en el estudio, te comenta el directivo de nuevo, en directo nada menos, no sabe usted cómo han subido los índices de audiencia durante la ceremonia episódica, mientras te acompaña caminando parsimoniosamente entre técnicos desocupados y cámaras inactivas, cuidado con ese cable, a un exiguo plató vecino en el que ya divisas el esenario nupcial dispuesto, el regio tálamo matrimonial iluminado por los focos al fondo, la novia amojadada aguardando tu pronta llegada despatarrada en el lecho irreal rodeada de un equipo de maquilladoras. En cuanto volvamos de publicidad, dentro de un instante tan sólo, usted hace gala de su priápica fama y se me mete en la cama con esa señora de ahí, me da igual lo que haga con ella, ante el público ella es su mujer y no se preocupe por nada, al diablo las convenciones, a esta hora ya sólo nos ven adultos. Parece que tampoco pudieron, parece que no muchos soportaron tu patético intercambio con aquella mujer que tratabas de hacer tuya o tullida con algo más que hueras promesas o despectivas miradas y empezaron a cambiar compulsivamente de canal en busca de otras satisfacciones ya que tú amenazabas con arruinar sus vicarias ilusiones con tu repentina invalidez genitiva. Cómo se te ocurre, cuando los deseos de tantos dependen de tu fineza o de tu pericia, cómo se te ocurre fracasar de ese modo en público y a tu edad, vergüenza debería darte. Tendrías que haber imaginado que se lo estabas haciendo a la excitante regidora de seductora melena y senos adolescentes, si la novia fingida no satisfacía por alguna perversa razón tu insaciable apetito de juventud.
[Juan Francisco Ferré, Metamorfosis® (Berenice, Córdoba, 2006, pg. 139)]
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SOY UN MACHO
María Llopis

A medida que voy acumulando novios y amantes me voy dando cuenta de lo que ya intuía hace tiempo: soy un macho. Entiendo los comportamientos sexistas y egocéntricos de los machos.
Los entiendo demasiado bien.
Entiendo a las culturas que privilegian la virginidad de la mujer, porque yo me muero de gusto cuando rompo la virginidad de mis amantes. Y no estoy hablando sólo de la primera penetración, hay muchas primeras veces para todo tipo de prácticas sexuales.
(Qué os voy a contar a vosotras, querido público, que sois unas expertas).
Me siento todo un conquistador, rompiendo la inocencia de las vírgenes, sintiendo ese placer difícil de explicar con palabras, es casi como una droga, engancha.
Entiendo a todos esos cerdos machistas que no soportan que su mujer tenga un trabajo con responabilidad. Mirando hacia atrás me doy cuenta de que mi relación con mi exnovio empezó a hacer aguas cuando le nombraron director de un centro de arte. Sobre todo cuando empezó a ir bien. Odio ser “la esposa de”. Odio que haya algo más importante que yo para él. Odio que no podamos ir aquí o allá cuando yo quiero, porque las responsabilidades del trabajo son mucho más importantes que mi persona.
Me encantaría ganar lo suficiente como para poder mantener a mi hombre, y tenerle disponible siempre que quiera: mañana nos vamos de viaje en bici por Sicilia, sin fecha de vuelta, mínimo tres meses, prepara las alforjas cariño. Y tenerle disponible también para criar a los niños, que dan mucho trabajo. Este es un tema que me preocupa últimamente. Los niños son deliciosos, pero es un currazo criarlos. Así que me estoy planteando cuál sería la mejor forma de hacerlo. Y el plan de papá llega por la noche del trabajo cansado, les hace un par de gracias y al día siguiente ahí estás tú sóla con la mastercard y los niños no me acaba de convencer.
Si al final tendrían razón las Mamberas cuando me echaron de la casa feminista barcelonesa por el vídeo de El Belga.
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POÉTICAS DE LA TECNOLOGÍA Y EL CONSUMO

LA CAJERA MURIEL
María Eloy-García

estoy pensando en la cajera sedente
ella es lo verdadero de la sincronía del mundo
con su rayo láser ávido de códigos
me murmura complacida las ofertas
y cómo suma los dígitos arrastrando
entre lo dócil y el hastío
el tesoro precioso de mi dulce integral
a través de la máquina que le computa
el precio exacto de toda mi tarde
dice tres
y nunca nunca fue este número más mágico
la cajera extraordinaria teclea el sumatorio
de la monotonía y dice tres
y mira entonces justo antes de que se produzca
el cotidiano milagro de que mi dulce integral
sea mío para siempre
de repente ella mira otra tarde
sale de lo mío a lo del otro
le susurra las mismas ofertas
le marca el tetrabrik con el ojo de su láser
abriendo en fin el cajón místico del hiper
con un movimiento suyo de mercado
los billetes ordenados repiten la cara de ella sin gestos
y me voy por esas puertas
que se abren sólo con el aura
dejándola mientras su láser que suena
va marcando otra tarde
[María Eloy-García, Cuánto dura cuánto (El Gaviero, Córdoba, 2007)]
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UN DIABLO ENTRE NOSOTROS
(Tarde de supermercado)
Alberto Santamaría

A la luz de lo visto, un cuerpo danza
alrededor de un vaso de agua. El agua
es un estado. Ella guarda en su casa
la carne de un ciprés, la resina del amor
lo llamaba. Le da vértigo subir a lo alto
de sus labios para decir, vestida de turrón
en verano, que está sola, que no hay
camino más azul que la línea
que divide la sed. Pero alguien entra
-quietos- y se detiene al borde
de los congelados. Congelados
los ojos de las cigalas son un vago
recuerdo de la vida. El humo helado
asciende,
se dibuja en su frente, lenta línea
humilde en el tiempo
que imita la suave luz del crocante.
Leve contorno.
De vaho nace
ahora un beso, del salto y de los guisantes
crece la historia de otro tiempo. El vaho
es un estado. La carnicería es un purgatorio.

Pasea así, delicada ante los vinos. Las etiquetas

marcan años y lugares. Qué límite da forma
al tiempo y al sabor, en qué lugar
del paraíso detener los pies, callarse, beber.
Reír al contemplar que el pavo
caduca el día de tu cumpleaños. La risa
es un estado. Vuelvo hacia el desierto
que mis manos forman al oler su edad
callada. Sólo eco. En lo alto la humedad talla
figuras, blandas, vagas sombras (sombras,
sombras, sombras, dijo Pepe), que en su gesto
nos observan, nos muerden. Viven el idioma
sacro de la sal, estigmas de un cuerpo vendido.
Una fregona, despeinada en su abandono,
soporta el grito de una puerta de emergencia.
Estoy aquí, entre alcachofas y sandías,
para hacer de mi cuerpo el límite de tu sed.
Estoy aquí, en la negra soledad del chocolate.

Lo repito. Grito. Deseo.

A la luz de lo visto, un cuerpo danza
y lejana suena la melodía
cierta en su condena:
debe haber un diablo entre nosotros
[Alberto Santamaría, Notas de verano sobre ficciones del invierno (Visor, Madrid, 2005, pg. 61)]
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HIMNO A JOHN PEMBERTON
Javier Moreno

El mundo y un juego completo
de pesas comparten cualidades esenciales
tales como la inercia y una cierta gravedad
que acaba desdibujando las sonrisas
para convertirlas en una contracción de dolor
y sólito abandono
contrastable en los espejos.

Es cierto que hay líquidos y gases
que relajan la aspereza de las formas
y nos tornan ligeros en las secuencias vacacionales. Vivimos del aire
es cierto
como los dioses antiguos sometidos a la moira
y el amor se trenza a fin de cuentas
con mecánicos golpes de diástole

El mundo aguardaba pues el símbolo definitivo
que aunase lo delicioso
lo refrescante
lo estimulante
lo vigorizante
mejor en un envase metonímico
y lleno de curvas
con proyección universal y democrática:

Un tónico beneficioso para la humanidad (Coca-Cola News, 1890)

Un pobre bebe cerveza, un rico champagne, pero los dos beben Coca-Cola (Mary Gah Humphreys, 1894)

Warhol hizo el resto

Qué perfección la de la metamorfosis
del líquido pasando al estado gaseoso
miles de burbujas sumándose a la espuma
delicada venera de Afrodita
cosquilleando los labios. Propercio
acusaba a Ovidio de no ser suficientemente explicito
en sus metamorfosis. Pregunta: ¿la metamorfosis es continua
o hay un salto cuántico del laurel a Dafne?
No es el caso. Basta mirar a través
de la transparencia del vaso
para asistir a la floración anadiómena que ingerida
se trasvasa directamente a la piel
-este vello erizado como un campo de vectores
sometido a la gozosa ley del deseo-
en una perfecta analogía
de ramificaciones infinitas cuya receta
salvaguarda el misterio, refugio último de los dioses.

                     [Javier Moreno, Cortes publicitarios (Devenir, Madrid, 2006, pp. 13-14)]
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HARD CANDY
María Salvador

            soy todas las partes del rompecabezas, diseminada por tus recovecos, incendio cada noche el intenso motivo del iris. soy todas las voces de la aurora, todos los insectos que acarician las bombillas: todas las alas desmembradas que caen, inevitables, hasta ser sepultadas en la tierra. soy todos tus errores.

            el rastro carmesí en las muñecas; las extremidades deshauciadas: soy el miedo que viste reflejado en los ojos de aquellos niños. soy tu miedo.

            y en mis labios, amor, encontrarás la muerte
[María Salvador, El origen de la simetría (Icaria, Barcelona, 2007, pg. 32)]
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BIZARRISMO, GONZO Y CASTICISMO

DE AL SERVICIO DE LA MUJER ESPAÑOLA
Grace Morales

Al llegar a los 15 años, las crías ya son como mujeres, iba a decir más bajitas, pero es mentira, la dieta occidental (mezcla de las lentejas familiares y el cheeseburguer juvenil) ya las ha convertido en bigardas de 1,80 y 80 kilos. Las adolescentes sólo tienen tres objetivos en su vida: poseer toda la ropa que puda caber en los armarios de contrachapado del domicilio paterno, "tener pelas" y "tener novio" (...) Igualmente, las adolescentes presumen de saberlo todo sobre el sexo y no desaprovechan cualquier oportundiad para hablar del asunto, como lo hacen ellas, como venimos diciendo, a grandes voces y si hay muchos chicos delante mejor, consiguiendo que los críos empiecen por reírse y al final, salgan corriendo. Ya se sabe que el lenguaje joven es muy descarnado, pero en manos de una chica, digamos de Fuenlabrada y de unos 16 años, es algo difícil de superar, ni siquiera por los keis de cualquier Quinta Galería. La famosa igualdad de sexos ha acabado por desembocar, lógicamente, en que las chicas utilicen el sexo, no para disfrutar, cosa totalmente ilógica en un mundo machista e hipócrita como este, sino como el natural medio de poder sobre sus congéneres que ha sido siempre, pero ahora de manera absolutamente consciente y consentida. Las conductas machistas de los chicos han quedado en juguetes de niños comparadas con los patrones que siguen las más jóvenes en relación con ellos. Las chicas ya no se engañan ni engañan a los demás diciendo que ellas lo que buscan es un chaval simpático y de buen corazón, sino que, lo mismo que vienen diciendo ellos, ellas quieren un tío con un buen culo y de aspecto saludable. Bueno, no sólo con ellos, sino con las demás chicas: la que es fea, gorda o desastrada, ya sabe lo que le toca, ser el hazmerreír, no sólo de los chavales sino, y de manera mucho más cruel, de sus amiguitas de la pandilla... No es que esto sea nuevo, pero en la Era Catódica Virtual, el deprecio a todo lo que no sean tíos y tías estéticamente atractivos (según el cánon de la moda gay), resulta intolerable para la opinión pública.
[Mondo Brutto, nº 19 (Especial Mujer)]
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DE EL DORADO
Robert Juan-Cantavella

El destino es sabio, sí señor, o Dios existe, como prefieras. Mira si no qué suerte la mía al toparme, ya casi en la puerta del hotel Marina d’Or cinco estrellas, con ese chico tan simpático cargado con dos bolsas Marina d’Or hasta los topes de productos del Drugstore Marina d’Or. Me humedezco con un clínex y saliva el corte que me hice ayer en la mejilla con los calcetines del ingeniero de caminos y pienso que la verdad de las cosas, los secretos del mundo, los misterios más insondables del universo residen en estas pequeñas historias.
Un tipo que anda curioseando sigilosamente y trata de ver lo que sucede detrás de los cristales del hotel que hay saliendo a la izquierda del mío. No acierto a adivinar por qué motivo, pero desde el principio su aspecto me parece enternecedor, así que me agacho a desanudarme y volverme a anudar los cordones de las zapatillas para ver cómo continúa la cosa. En el suelo, un extraño flyer anuncia: “Próximo domingo 2 de julio, a las 20hs30, en el Pabellón Fuente de San Luís de Valencia, Eucaristía de Bienvenida al voluntariado del V Encuentro Mundial de la Familia 2006, presidida por el Arzobispo D. Agustín García Gascó. Puedes confesarte desde una hora antes. A continuación, paella gigante. Puedes invitar a familia y amigos. ¡Te esperamos con tu camiseta!”. Mientras juego con mis zapatillas, a mis espaldas está teniendo lugar una de las actividades extraescolares que entran en el pack Marina d’Or, cualquiera que sea tu opción. Ayer tomé algunas notas
sobre la amplia oferta, son estas: Tropical Dancing, Petanca, Parchís (el sábado hay campeonato), Jakkolo (transcribo la palabra tal como dicen mis notas, en el momento de apuntarla tampoco conocía su significado así que me he esforzado en no errar la ortografía, jakkolo, con doble k), Juegos Locos (en efecto, también aquí soy fiel al original, “Juegos Locos”), Manualidades, Free Dance, Hombres Vs. Mujeres (yo me imagino una especie de gincana), Paseos por la Playa y Gimnasia (ahora todos levantamos el brazo derecho señalando con el dedo a alguien del grupo que no conocemos pero que, a simple vista, nos ha caído bien o muy bien..., dos, tres, cuatro, eso es, cinco, seis, y ahora lo abrazamos...). Como no se me ha ocurrido apuntar ni el día ni la hora de cada uno de estos complementos lúdicos de integración social, no podría asegurar qué es exactamente lo que está sucediendo tras de mí, pero dado que consiste en un grupo de bailarines coreografiados, lo interpreto como una de las opciones dance del programa. El hecho de que todos vistan pantalón de chándal Adidas color naranja y camiseta negra, ajustada y sin mangas, unido a que sugieren ser ellos los que están cantando sin llegar a los propósitos del play-back, me hace pensar que no se trata del Tropical Dancing, lo cuál sólo me deja una opción: Free Dance.
[Robert Juan-Cantavella, El Dorado (Mondadori, Barcelona, pp. 60-61)]
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DE LOS MOTORISTAS HISPÁNICOS
Manuel Vilas

Víctor  Mira deambuló como loco entre las vías, esperando el serrucho tecnológico. Pensó que la muerte le libraría de la conciencia, ¿acertó? No acertó, porque España no termina nunca. Y menos con un suicidio. El tema dominante en la pintura de Víctor Mira es el Mal. El Mal es el gran tema del arte y de la literatura. El editor Constantino Bértolo, en uan conferencia que dio en la Residencia Universitaria de Jaca, dentro de un curso de gestión cultural, en septiembre de 2007, nos advirtió que la cursilería era el tema dominante de la cultura española. En efecto, la cultura española -especialmente en la literatura- domina la cursilría. Añadimos de nuestra propia cosecha, y por tanto esto no es imputable a Constantino Bértolo, que nuestra monarquía también es cursi. Es cursi el premio Cervantes que se otroga anualmente a toda uan vida consagrada a la cursilería literaria, cursi es la Real Adacemia, y cursi el periódico El País. Es cursi doña Sofía y es cursi Antonio Banderas. Más cursis hispánicos: Ana Bleén y Bertín Osborne. Anticursis hispánicos: Pedro Goya, Víctor Mira, Manuel Bolaño, Manolo Aleixandre, Rosario Umral, Frnando Garisa, Oscar Mayer; sí, hay que estar muerto o medio muerto para dejar de ser cursi en España. Francia también es cursi, tranquilos. cuba no es cursi, de tranquilos nada. Risas. Mil risas. Pero amamos la música de Johnny Cash. No tengáis miedo. Take no prisoners. Bueno, el caso es que como buen anticursi goyesco hispánico Víctor Mira se suicidó como una consecunecia inevsitable de su anticursilería. Los cursis mueren en cama, acariciando las estatuillas que les dieron por ser cursis. Los no-cursis mueren duramente.
[Manuel Vilas, España (DVD, Barcelona, 2008, pg. 212n)]
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CAÍDA Y AUGE DE ANTXÓN AMORORORTU
Mery Cuesta

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LitDeLux: LETRA + MÚSICA

DEL PRÓLOGO A PALABRA DE ROCK
Silvia Grijalba

La letra de canción es un género en sí mismo (...) En letras cercanas al punk como las de los primeros Siniestro Total o en algunas de las de los comienzos de los Pegamoides, está (inconscientemente) mucho de lo que el postismo proponía como revolución artística. A ellos les venía por la vía del punk, que -como bien recuerda Greil Marcus en su libro Rastros de Carmín- tenía una conexión directa con el situacionismo. Pero aunque los grupos de rock de finales de los 70 y principios de los 80 no tuvieron esa "tutela" de una generación poética anterior, sí es cierto que muchos poetas coetáneos colaboraron con ellos, rompiendo en parte con un tabú, el de la conexión entre la cultura pop y la cultura "oficial", que no está del todo superado. Uno de ellos fue Eduardo Haro Ibars (magnífico letrista de Orquesta Mondragón, con canciones ahora impensables como "El hombre los caramelos"), también Luis Antonio de Villena, que aunque no escribió letras de canciones, sí incorporó la cultura rock a su obra (recordemos su poema "Satélite del Amor"), en referencia a Lou Reed), o Luis Alberto de Cuenca, autor de textos de la Orquesta Mondragón y tiempo después de Loquillo. De Cuenca es además un clarísimo ejemplo de esa simbiosis desprejuiciada entre la cultura del cómic, de la literatura fantástica de masas, del cine (no ya el francés de autor, sino, por ejemplo, la saga de La Guerra de las Galaxias) o el rock y la poesía más culta (en el sentido tradicional del término).
[Silvia Grijalba (Ed.) Palabra de rock: Antología de letristas españoles (Fundación José Manuel Lara, Sevilla, 2008, p. 17-18)]
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DE I WILL SURVIVE
Elena Medel

Tengo una enorme colección de amantes.
Me consuelan y me aman y con ellos mi ego
se expande y extramuros alcanza la azotea.
Cuando estoy con cualquiera de ellos,
o con todos a la vez, siento la pesada carga
de millones de pupilas subidas a mi grupa,
y a mi oído lo acosan millones de improperios,
se habrá visto niña más desvergonzada / pobrecita,
Dios le libre del problema que suponen / habría
que encerrarlas a todas. Languidezco.
Quiero volar y volar y volar como Campanila
-blanco y radiante cuerpo celestial,
pequeño cometa, pequeño cometa-
de la mano mis amantes, que dicen cosas bonitas,
como estigma, princesa, missa cabello bonito, asteroide.

Todo sea por mis amantes, que no son dignos de elogio:
son minúsculos, y redondos, y azules,
azules o blancos, o azules y blancos,
y su boquita de piñón es invisible,
y para besarles introduzco a los pitufos
en mi boca, y para gozar de ellos
los trago, porque me sé mantis religiosa.
Quién soy, quién soy, ni siquiera sé quién soy.
[Elena Medel, Mi primer bikini (DVD, Barcelona, 2002, pp. 13-14)]
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DE MÚSICA POP
Pere Guixà

La història de la música pop és un pèndol entre el "sóc un vençut" i el "vencerem". Pero Cèsar, Artur i jo saber que no entrarem en cap d'aquests paradisos. Cèsar va notar que aquesta història és un abús de les paraules sempre i mai. Recordo la ressenya a l'aB: vint línies sobre el segon treball d'Autumn: The last love. Esma Records és la responsta a aquesta convicció. El que comença com una revsita con parlem en primer persona dels nostres gustos passa a ser un segell discogràfic. Esma: f. capacitat per fer instintivament, manquinalment, alguna cosa. Cantar d'esma. Estimar d'esma. Perdre l'esma.
Tenim la seu a Comte Borell. És un pis de tes habitacins, decorat de manera racionalista. La sala gran està aïllada de sons i disposa d'un bon equipo de música, d'una moqueta de nusos i de butaques entapissades. A les altres habitacions hi ha l'arxiu, els ordinadors, les taules i poc més. En aquest pis ens trobem els dilluns, els dimarts i els divendres al matí. El tenim decent, pulcre; fa uns cinc anys que vam llogar-lo. Respon a una idea de confort sofisticat i ornament auster.
Només pasar al vestíbul, la peu del mural h ha un eslògan que sintonitza amb l'esperit del segell: "Bellesa sense crueltat". Marta, l'exnòvia de Cèsar, va fotogafiar una model de les Illes Feroe, va imprim ir la llegenda amb lletra arial de colors i ens va regalar el mural el vespre e la inauguració, ara fa cinc anys i mig. No vaig saber com prendre-m'ho. Una pluja de flors (margararides, roses, violetes) cau sobre la noia espigada o ella les llança enlaire. No hi ha cap expressió als triangles equilàters que formen la cara. Una gelor de marbre cisella les facions: una immobilitat estauària i àrtica li serra les parpelles. Com a la cançó perfecta, no hi ha cap caiguda en emocions elementals i antihigièniques.
Des de fa més de cinc anys, pensem quin grup estrenarà el catàleg.
[Pere Guixà, L'embolic del món (Quaderns Crema, Barcelona, 2002, pp. 89-90)]
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CD
Manolo Martínez

Te he grabado un cd
para que te lo pongas
cuando no estés conmigo.

Una recopilación
que te recuerde cosas
que hemos vivido.

La primera es la que estás pensando.
La segunda, digas lo que digas, te gusta.
La tercera es un poco larga.
Y de la cuarta hace tiempo que estás harta.

Son estas, no son otras,
las canciones que vienen al caso.
En realidad para lo explicar lo nuestro
con sólo media estrofa hubiese bastado.

En la quinta te enfadas conmigo.
En la sexta te enfadas conmigo con motivo.
En la séptima me has perdonado.
Pero la octava era lo que te faltaba.

Son estas, no son otras,
las canciones que vienen al caso.
En realidad para acabar con esto
con sólo un estribillo hubiese bastado.
                                          [Astrud, Performance (Sinnamon Records, Barcelona, 2005)]
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EL HOMBRE QUE SUSURRABA A LOS CAMELLOS:
LITERATURA Y DROGA

DE INTRUSOS Y HUÉSPEDES
Luis Magrinyà

[Día 23] Esta mañana, por mail encriptado, Samantha nos ha enviado, a Gilles y a mí -y es de suponer que también a Dani- una lista de lo que tenía que comprar cada uno. Nos ha dado las señas de dos "droguerías tradicionales" pero nos aconsejaba que no lo compráramos todo en la misma. La recomendación era un poco exagerada: al fin y al cabo cada uno tenía que comprar sólo cinco cosas, y al menos dos de las que me han tocado a mí -bicarbonato y desatascador líquidoo (tenía que fijarme en que fuera hidróximosódico)- parecían bastante comunes, y el bicarbonato no era ni de droguería También nos daba respuestas para eventuales interrogatorios: el óxido de calcio, si me preguntaban, debía decir que lo quería para hacer cal viva; el hidróxido potásico en escamas, para usarlo como desatascador; y el agua oxigenada 110 volúmenes, para un preparado de peluquería. Aparte de los dos desatascadores, el sódico y el potásico, que podrían dar al dependiente una idea catastróficamente coherente del estado de mis cañerías, el conjunto no era un prodigio de sentido que digamos: y antes que prepararme para el papel de un peluquero con ardor de estómago y graves complicaciones en sus lavabos que hubiera decidido, pese a todo, ponerse a encalar la peluquería, he preferido rezar para que nadie hiciera preguntas..., o, si eso era demasiado pedir, que hiciera sólo una. El bicarbonato, desde luego, lo compraría en una farmacia. Gilles, a quien se le había encargado ácido clorhidríco (vulgo salfumán), alcohol de quemar, agua destilada, ácido fórmico (función: limpiametales o ¡antiparasitario en apicultura!) y ácido sulfúrico (función sin especificar), podría hacer un pedido mucho más armónico, desde el punto de vista de una ambiciosa operación higiénica, por ejemplo. Pero, según me ha confesado, había optado por decir, si le preguntaban, que era un escultor que trabajaba con metales. Pensándolo bien, era una gran idea: cuesta menos imaginarse a Gilles como un artista de la corrosión que como un devoto de las faenas domésticas.
[Luis Magrinyà, Intrusos y huéspedes (Anagrama, Barcelona, 2005, pp. 162-163)]
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EL HOMBRE DEL BRAZO DE ORO
Eva Vaz

Voy asistiendo a tu entierro
lento y cotidiano.
Observando la evidencia
de que la ironía
es la única respuesta
que te permites
cuando te miras por dentro.
El exceso,
cuando te miras por fuera.
La benevolencia,
cuando lloras tu caricatura.
Cuando das manotazos torpes al aire
como un espantapájaros desmesurado
y absurdo.

Y es que asisto a la certeza siniestra
de que por fin encontraste dentro de ti
el único calmante
para la fatiga de ti mismo
y tu dolor de mundo.
Para rendirte a un determinismo
estético y sedante.

En este mundo estás muy huérfano.

Y es que prefiero obviar
tu suicidio lujoso y sórdido;
tu suicidio doméstico,
hortera y elegante.
Quiero obviar el exceso
de tu propia exhibición.
Y el perdón que te concedes.

Y me pregunto quién quieres ser
probada la droga de la autocomplacencia.
Comprobada la amabilidad de tu gesto
cuando te llenas las venas de paz
y la camisa de sangre.

Si te convertiste en un hombre de corcho
o de hojalata.

Nunca supiste cuánto te amé
sin amarte.
Nunca.

Y ahora, ahora,
ponle música a estas letras.
Y canta, canta…
yo bailaré, bailaré
bailaré…
hasta el día en que
te mueras.
[Eva Vaz, Metástasis (El árbol espiral, 2006)]
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DE EL DEBUT DEL CHICO TATUADO
David González

El bolígrafo con el que garabateaba, de madera, tenía un nombre grabado, en letras doradas, en la pestaña de acero inoxidable.
- ¿Fumas? -me preguntó.
- Sí.
- ¿Cuánto?
- Dos cajetillas al día.
- ¿Fumas porros?
- Alguno, sí. Pero pocos.
- ¿Alguna otra droga?
La realidad era mi droga, recuerdo que decía Cyril Collard.
- ¿El alcohol cuenta?
- Sí.
- Pues entonces alcohol también.
- ¿Y aparte del alcohol?
- A veces esnifo farlopa.
- ¿Cocaína?
- Sí.
- ¿Qué cantidad?
- No sé... Tres o cuatro rayas, los fines de semana.
¿Pero a quién pretendías engañar, tío? ¿Al médico o a ti mismo? Sabías de sobra que era raro el fin de semana que bajabas de los dos o tres gramos.
El médico me miró, como si pensara: y qué más.
- Y pastis.
- ¿Éxtasis?
- Sí. En alguna fiesta.
- ¿Tus padres viven?
- Sí -aún no les había matado a disgustos.
- ¿Tienes alguna enfermedad?
- Diabetes -le vacilé.
Levantó los ojos de la mesa, me miró.
- Aparte -me dijo.
- No.
Me firmó el parte de baja laboral.
- Y no te preocupes -me dijo-. Podrás seguir haciendo una vida normal (ya) y podrás seguir trabajando (sí, tambien).
[David González, Anda, hombre, levántate de ti (Bartleby, Madrid, 2004, pp. 36-37)]
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BRIAN THE BRAIN
Miguel Ángel Martín

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SUJETOS NÓMADAS

DIES FELIÇOS A LA PRESÓ (TRENTA-QUATRÈ)
Martí Sales

T'aproximaves a Donostia per la carretera de Navarra, revolt rere revolt i amb delectació. Els  núvols aturats a prop de terra et recordaven l'escalfor de la seva mà damunt el teu cos, sense arribar a tocar-lo, a la distància mínima i necessària de l'esgarrifança. De quin amant són els arbres pell eriçada? A poc a poc el paisatge s'esvaïa, engolit suaument per una boira sense dents. De sobte la foscor -trencada de groc- d'un túnel. Al centre de l'última imatge, feta de muntayes, núvols i boira, va aparèixer un rostre tapant-ho tot. Estremida, tancares els ulls, desitjant que el túnel pasAés ràpid i que la llum tornés a fondre't amb el paisatge, allí on et dilueixes a través de la mirada i destrueixes el teu nom multiplicant-lo per tots els topònims de la regió i cadascuna de les seves bèsties, arbres i flors.
[Martí Sales, Dies feliços a la presó (Empúries, Barcelona, 2007, pg. 151)]
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DE HISTORIA DE UNA EVACUACIÓN: CHERNÓBIL
Álvaro Colomer

A falta de una bibliografía seria sobre el tema, la catástrofe medioambiental más importante de la historia de la humanidad ha quedado reducida a un juego de ordenador, a ser sinceros bastante divertido [S.T.A.L.K.E.R.: Shadow of Chernobyl], consistente en matar a unos supervivientes que, en el mundo real, no necesitan ingenieros disparándoles a bocajarro, puesto que "ya nos vamos muriendo por nosotros mismos, casi siempre mediante la técnica del suicidio, sin que ni siquiera se nos conceda el derecho a reivindicar nuestro salto al vacío como consecuencia directa de aquel accidente". Además, mientras los unos juegan a matar mutantes y los otros agonizan en la depresión, algunas agencias de viaje se han sumado al gran negocio de Chernóbil promocionando un llamado "turismo de catástrofes" consistente en visitas guiadas por los alrededores de la central, adonde transportan a esos viajeros un tanto morbosos que, según cuentan los guías, aprovechan los despistes de los vigilantes -a veces fingidos, en un acto de maldad extraordinario- para robar una máscara antigás tirada por el suelo, un retrato de Stalin colgado en la pared o, por qué no, un coche de latón abandonado en la habitación de algún niño. Los excursionistas esconden estos objetos en sus mochilas porque no conciben un viaje sin souvenir incluido y porque, además, no se les ocurre pensar que su acción pueda borrar las huellas de algún evacuado, alterar la historia del accidente y liquidar un poco las consecuencias del desastre, amén de contaminar durante 24.000 años el hotel donde se alberguen, el avión con el que regresen a su hogares y los hijos que, en sus países lejanos, les agradezcan el regalo traído desde los confines de la física.
[Álvaro Colomer, Guardianes de la memoria (MR, Madrid, 2007, pp. 113-114)]
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DE QUI VAM SER
Lolita Bosch

La mare de G em va enviar una postal quan G se'n va anar de la meva ciutat d'origen i va tornar a la seva, la nostra, l'única ciutat que és de tots dos. Poc temps després d'aquella nit que el vaig dur a l'aeroport vestida amb el mateix vestit vermell que m'he posat avui per escriure aquest text. Uns dies abans que la nostra relació es convertís en una fluida relació epistolar. La postal que em va envir la meva sogra era una reproducció d'un dels episodis del mural de Diego de Rivera que és al Palacio Nacional de la Ciutat de Mèxic. I al darrere, hi deia:

Amb afectuosos salutacions per tots vosaltres, desitjo que estigues bé i superis la teva tristesa per l'absència de G.

 I després G i jo ens vam escriure molt, ensa vam enviar segells temàtics i postals:

No és que al Cura Hidalgo volgués la independència. La seva arrogància era per tot el que passava pel davant dels seus ulls. Si mirava cap al nord hi veia ianquis. Al sud, argentins. Però mai no va observar cap al Mediterrani. El molt imbècil va morir sense veure't. Quina bogeria és aquesta? T'estimo. G.

O m'enviava fulles seques:

Això és el que vaig poder recuperar del vell arbre caigut. Cada fulla et duu cap aquí. Ara te l'envi prquè tot sigui de debò, perquè tornis amb ella. T'estimaré sempre. G.

I G m'esperava. I jo esperava G. Fins que vaig tornar i vam tornar i vam viure junts dos anys més.
[Lolita Bosch, Qui vam ser (Empúries, Barcelona, 2006, pp. 46-47)]
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DEL PRO-LOGO A AUSTRALIA: UN VIAJE
Jorge Carrión

Ahora estoy en el segundo vuelo de mis últimas veinticuatro horas, transpolarizado. No puedo dormirne ni leer ni dejarme hipnotizar por la pantalla con su itinerario virtual. La ventana y su masa de hielo negro son el único consuelo a mi insomnio. A medida que lo miro, el negro cobra matices: una gama de grises que no puedo saber si pertenece a  la noche, a la nubosidad o al continente antártico. O al reflejo en la ventana de las luces tibias del avión. O a mis propias pupilas, que tratan de penetrar en lo impenetrable. Los contornos que separan unas nubes e otras: las fracturas que hacen de frontera entre capas heladas o zonas nocturnas. O las líneas que, en mi mirada, se van multipicando: la línea abierta por una ballena o por un barco de emigrantes; las líneas cruzadas por cientos, miles de barcos de emigrantes, sus hélices, a vela, a vapor, corrientes atmosféricas, vientos móviles por cuyos surcos e superponen las rutas de millones de vuelos como el mío, aviones que trazan líneas de grosor inmedible, vectores, ángulos, polígonos entrecruzados; las líneas que se cruzan con los vuelos colectivos, migrantes de las bandadas de pájaros, y con los submarinos de las ballenas, que siguen los viajes de las corrientes oceánicas, y con los aéreos de las esporas que vuelan de un país a otro, de uno a otro contiennte; como las ideas, los cerebros, los habítos, la biología, las enfermedades, las plagas, la cocina, la religión, las pulgas, los animales domésticos, los hombres, sobre todo los hombres, quienes al incrementar su inteligencia decidieron camianr y caminaron y caminaron y abrieron rutas intercontinentales, prolongadas durante millones de años por sus hijos, sus nietos, las cientos de generaciones que los perpetuaron.
[Jorge Carrión, Australia: Un viaje (Berenice, Córdoba, 2008, pg. 18)]
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NOVELA PINTADA Y ARTE ESCRITO

DE CAPITAL!
Amanda Cuesta

Circula una anècdota sobre Joan Brossa. Diuen que quan renovaa el carnet d'identitat, quan va dir la professió, el funcionari va entender paleta enlloc de poeta. Brossa va acceptar que posessin paleta. La professonalització de l'artista s'enfronta sovint al prejudici que l'activitat artística no és un treball i, al nostre país, aquest prejudici sembla endèmic.
La major part d'artistes guanyen pocs diners. L'economia de les arts és realment excepcional perquè, mentre un grup selecte d'artistes àmpliament reconeguts compten amb uns ingressos considerables i al voltant de l'art es mouen molts diners, la major part d'artistes no surt mai del llindar de la pobresa i ni tan sols arriben a aconseguir recursos per produir el seu art en bones condiciones, ni poden desenvolupar tot el seu potencial. L'estudi de Hans Abbing Why Are Artists Poor? The Exceptional Economy of Arts, amb una perspectiva clarament neoliberal, considera que, al món de l'art, hi ha una pobresa estructural directament relacionada amb un excés d'oferta, arran de la desaparició d'una institució, l'acadèmica, que regulava i controlava el volum i la qualitat de la producció fins al final del segle XIX, mitjançant una estructura fèrria, un llegat del sistema gremial. Abbing analitza al seu  llibre els indicadores de les polítiques de suport als artistes que s'han aplicat a Holanda durant els anys vuitanta. En aquell país, l'estat va imposar de manera generalitzada un salai als artistes a canvi d'un nombre determinat d'obres a l'any, i aquesta política de subvencions a l'art va acabar per generar una gran paradoxa. No slament havien acumulat unes col.leccions gegantines d'un art que tenia una qualitat molt dubtosa, sin´que el nombre d'artistes s'haviva disparat i, per tant, les possibilitats reals de professionalització més enllà del subsidi no havien millorat. El govern holandès es va veure obligat a ver marxa enrere, i aquest és el fonament desl arguments que l'autor utilitza sobre una pobresa estructural en el mon de l'art i la seva economia específica.
[Amanda Cuesta (Ed.) Capital! (CASM, Barcelona, 2006, 39-40)]
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TODAS LAS HISTORIAS (1-10)
Dora García

1- Un hombre recita en voz alta todas las historias del mundo. Cuando haya terminado, todas las historias, todos los hombres y todas las mujeres, todo el tiempo y todos los lugares habrán pasado por sus labios.

2- Un hombre sueña toda su vida el mismo sueño. Incluso cree que en realidad está viviendo dos vidas, la una interrumpiendo la otra según duerme o se despierta.

3- Un matrimonio tiene cuatro hijos cretinos. El hombre quiere tener otro hijo, deseando desesperadamente un heredero para sus tierras; la mujer prefiere morir antes que traer otro ser incomprensible al mundo.

4- Un hombre se despierta como último habitante de la Tierra, el planeta habitado solamente por soledad.

5- Un hombre decide darse un paseo. Un paseo infinito, sin propósito, sin dirección alguna. Lo deja todo y se va, y camina, del amanecer hasta la puesta de sol. Se encuentra con todo y con todos, en este paseo inmenso al que considera la forma más perfecta de conocimiento.

6- Un hombre diseña un interuptor que le hará vivir o morir según lo encienda o lo apague. El hombre pasa el resto de su vida inmóvil, contemplando el interruptor.

7- Dos muchachas adolescentes comienzan una relación lésbica asfixiante y peligrosa. Cuando sus padres intentan separarlas, ellas deciden matarlos.

8- Una mujer sin ninguna importancia confiesa un crimen que no ha cometido en un intento de atraer algo de atención del mundo hacia ella.

9- Un vigilante se encuentra con un dilema cuando su hija se enamora del prisionero que vigila.

10- Una mujer joven es obligada a casarse con un hombre viejo, pero no puede olvidar a su primer y verdadero amor, y sigue pensando en él cada día de su vida.                                                           
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NOTA DEL DISC EL CUL DE LES FADES
Violeta Gomez

Una tarda d'estiu dues nenes estaven jugant en front de casa meva. Una tindria uns 12 anys i l'altra era una mica més joveneta. En jugant, la més gran va donar-li l'esquena a la seva companya, i aquesta li va fotre una plantofada al cul i, oblidant-hi a mà, va dir aquestes màgiques paraules:
- Aquest cul val milions!
Des de llavors, quan algú em diu que sóc una pervertida per gaudir mirant els culs de les nenes, me'n recordo de la noia del cul milionari i de la seva amiga de jocs i penso: "No, som al menys dues pervertides".

            No crec que hi hagi al món un misteri tan senzill i al mateix temps tan encisador com el misteri del cul de les fades. La mística cristiana i les vies tomistes són una ximpleria al costat d'aquesta meravella còsmica. Aquest disc està dedicat amb tot el meu amor a les fades que he conegut i a totes les fades del món que fan més bonics els nostres dies i els nostres somnis amb els seus culs i els seus somriures.
[Violeta Gomez, El cul de les fades (Los Discos del Arrabal,1997)]
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DE LA GRAN RED
Julián Ríos

En esa pintura que puede ser narrativa, lo que es interesante es lo que yo llamaría décalage: la obra dice una cosa, pero el ojo del narrador puede ir más allá o más acá, contar algo que no estaba previsto, pero que, una vez lo cuentas, es perfectamente coherente con esa imagen. Con Roy Lichtenstein, con quien he tenido cierta relación de amistad, tenía el proyecto de hacer una novela “pop” utilizando mi propia selección de imágenes suyas, y profundizando en la lectura del cómic. Es un proyecto que no descarto. De Lichtenstein todo el mundo conoce las obras primeras, las que están en relación con los cómics, pero hay una parte muy interesante que es la Historia de la Pintura recontada por Roy Lichtenstein. Porque un pintor también continúa siempre una tradición, y el escritor a veces también tiene un ejemplo fantástico en que, de alguna forma, tampoco puede estar fuera de la Historia de la Novela, o de la Literatura. Y yo, puesto que hablábamos ahora del Ut pictura poesis y la novela pintada, recuerdo que organicé, a comienzos de los noventa, un encuentro que tenía este título, La novela pintada, y en que llevé a novelistas y pintores. Curiosamente, los pintores eran muy diversos, porque estaba, por un lado, Antonio Saura, por otro lado un polo opuesto a él que era Roy Lichtenstein, y el pintor mexicano Alberto Gironella, y ahí estaban también Robert Coover y Cees Noteboom. Fueron encuentros muy interesantes, porque, por ejemplo, esos dos polos opuestos que eran Saura y Lichtenstein, llegaban a conclusiones diametralmente opuestas pero que, al mismo tiempo, porque los extremos se tocan, confluían. Y Saura, por ejemplo, le preguntaba a Lichtenstein: “¿Cuándo decides tú que un fragmento de realidad es un Lichtenstein?” -como diciendo: “¿Cuándo vas a poner el entramado típico sobre un fragmento de realidad y lo vas a transformar en una obra tuya?” Y en esas discusiones, yo decía: “¿Y cuándo Saura decide que un fragmento de realidad es un Saura?” -cuándo uno introduce su propio estilo, que en un caso puede ser mecánico y en el otro tiene que ver con la deformación expresionista.
[Julián Ríos & Eloy Fernández Porta, La gran red (libro de conversaciones, inédito)]
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NOCILLA EXPERIENCE (106)
Agustín Fernández Mallo

Debe de resultar muy extraño ver cómo tu cara se quema en una valla publicitaria al mismo tiempo que también arde la propiamente tuya. Aquella noche de febrero, Josecho, en su caseta del edificio Windsor, tras haber estado trabajando en un nuevo proyecto transpoético durante toda la tarde, basado en las cintas de vídeo, que grababa cuando salía en Vespa, se encontraba escribiéndole a Marc por primera vez en año y pico, dándole explicaciones del porqué de su silencio, contándole que, en realidad, no quería ser un solitario, sino un tipo normal, cuando comenzó a oler a quemado. Levantó la vista del monitor, vio hilos de humo que se colaban entre la superposición de las uralitas de las paredes y salió de inmdiato a la azotea. Corrió entre la multitud de parabólicas y pararrayos hasta llegar al muro que hacía de barandilla. De repente, un haz de llamaradas emergente del último piso le alcanzó la cara. En ese momento, enfrente, una de las gigantescas fotos que por todo Madrid anunciaban su libro también era alcanzada. Vio perfectamente cómo a aquel rostro que le sonreía se le quemaba la montura de las gafas mientras sentía que en su piel se derretía el plástico de las suyas.
[Agustín Fernández Mallo, Nocilla Experience (Alfaguara, Madrid, 2008, pg. 157)]
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