La “Feria del Libro”
La misma política de suplantación se aplicó al día de Sant Jordi y a la Fiesta del Libro. La Feria del Libro resultante fue una fiesta controlada por los falangistas y desvinculada del día de Sant Jordi. Organizada por el Instituto Nacional del Libro y con una participación destacada del Servicio de Propaganda de Falange, sólo consiguió la exención de impuestos municipales y no fue hasta 1946 que el Ayuntamiento se planteó participar con sus publicaciones. Cabe destacar el contraste entre la poca atención institucional al acto y la cobertura otorgada por la prensa. Por lo que respecta a la festividad de Sant Jordi, se mantuvo el acto religioso de bendición de las rosas, pero el Ayuntamiento otorgó el protagonismo al concurso de Puestos de Flores de las Ramblas, que trasladó al mes de junio.




