Exposiciones de Bellas Artes
En el marco de la conmemoración del segundo aniversario de la «liberación» de Barcelona, el alcalde Mateu propuso recuperar las exposiciones de Bellas Artes.
La primera exposición se inauguró el 12 de junio de 1942 y, gracias al éxito alcanzado, se acordó que finalizase en julio, coincidiendo con la celebración del levantamiento militar. La organización incluía una serie de comisiones y preveía que la decisión final fuera del alcalde. No obstante, a efectos prácticos, los responsables fueron Javier de Salas, director del Museo de Bellas Artes de Cataluña, y José María Junoy, reconocido crítico de arte y hombre importante en el franquismo cultural catalán de aquellos años. La segunda exposición se inauguró el 18 de noviembre de 1944, en un acto presidido por Jesús Rubio, subsecretario de Educación Nacional, en representación del dictador. El acto de clausura, celebrado el 4 de enero de 1945, tuvo como máxima autoridad al director general de Bellas Artes, el marqués de Lozoya. En total, se expusieron 687 obras, entre pintura, escultura, dibujo, grabado y arquitectura. Los premios se adjudicaron a Estío, de José Aguiar, medalla extraordinaria (30.000 pesetas), y a El palco de la Celestina, de Ernesto Santasusagna, medalla de honor (30.000 pesetas), y hubo otros premios extraordinarios. Paralelamente, el Ayuntamiento aprovechó la ocasión para adquirir un numeroso conjunto de obras de arte para incrementar los fondos artísticos municipales.




